010 Orígenes de la Raza Lyriana / Humana ✨
Antes de seguir avanzando con temas nuevos, quiero dejar claros algunos conceptos fundamentales. Más adelante los iré profundizando, pero es importante tener esta base.
El ser humano tiende a fragmentar todo para poder entenderlo mejor. Divide lo que estudia en pedazos más pequeños, fáciles de analizar, y a partir de ahí intenta comprender el todo. Es un mecanismo natural, pero también una limitación: nuestra percepción y existencia condicionan nuestro entendimiento.
Cuanta más conciencia tiene una persona, más amplio es su marco de percepción, y con eso puede comprender mejor el mundo y todo lo que lo rodea.
Esto se ve muy claro en el caso de la ciencia en la Tierra. Su método de análisis, el método científico, solo es válido dentro de un marco específico de entendimiento. No puede explicar lo que queda fuera de ese marco.
Además, ese marco depende de las creencias y valores de quienes lo aplican. Lo que consideran real o posible depende de acuerdos sociales y científicos que forman parte de lo que conocemos como Matrix terrestre.
En resumen, el método científico crea un sistema cerrado y autocontenido. Valida solo lo que está dentro de su propio marco de acuerdos, pero no refleja toda la realidad. Y esa expansión del marco de creencias, o la falta de ella, está controlada por grupos de poder —humanos y no humanos— que no permiten que la conciencia colectiva se expanda. ¿Su objetivo? Mantener el control y la explotación de la población.
Sobre el origen del ser humano
Desde una perspectiva externa a la Tierra, la realidad es que el ser humano no evolucionó aquí como lo plantea la teoría de la evolución.
La especie humana, tal como la conocemos, existe en miles de otros planetas. Se tiene registro de al menos 400.000 civilizaciones humanoides solo en este cuadrante galáctico.
Hay variaciones, claro. Algunos seres son más parecidos a los humanos terrestres que otros, pero la forma básica es la misma: cuerpo humanoide, genética similar. Muchas de esas civilizaciones incluso comparten exactamente el mismo ADN que nosotros, con pequeñas diferencias genéticas.
Estas especies humanas fuera de la Tierra también han adaptado sus planetas a sus cuerpos, sus necesidades y su forma de pensar. No es casualidad que muchas culturas extraterrestres compartan valores y estructuras sociales tan parecidas a las nuestras.
El entendimiento común entre estas civilizaciones es que el ser humano, como tal, proviene originalmente de los sistemas estelares alrededor de la estrella Vega, en la constelación de Lyra. Por eso se les conoce como las “razas lyrianas”. Desde allí, los humanos se expandieron a otros sistemas solares en un proceso llamado la “Gran Expansión”, que fue parte de las conocidas Guerras de Orión.
Ahora bien, el ser humano ya existía antes de esa expansión. También habitaba otros lugares del universo. El problema es que hablar de tiempo fuera de un sistema planetario concreto es muy complicado.
Fuera de la Tierra, el tiempo es mucho más flexible y no hay un acuerdo universal sobre cómo medirlo o percibirlo.
Sobre la manipulación genética
Es cierto que ha habido cierta alteración genética en el ser humano. Pero desde la perspectiva de Taygeta y de las Swaruunianas, la mayor parte de esa manipulación se logró a través del control mental y de la percepción, no tanto modificando físicamente el ADN.
Y lo más importante: ese tipo de manipulación es reversible. Todo depende de la expansión de la conciencia individual.
Para nosotros, el ser humano —al igual que todas las especies de plantas y animales— siempre ha existido. Es una expresión natural del universo.
Existen incontables variantes de cada especie, adaptadas a los diferentes ambientes donde viven.
Representación de Arishah, el tigre Urmah. La vestimenta no tiene nada que ver con los Urmah, solo pemnsé que se veía realista.
Los Urmah son una raza felina interestelar y que ha estado involucrada en las historia de la tierra. Además hay un par de naves Urmah en la orbita de la tierra en este momento. La imagen es una representación personal, tomando en cuenta lo que explica Mari, que su anatomía es igual a la de un tigre de la tierra, pero con huesos evolucionados en la cadera que les permite pararse naturalmente en dos patas, sin embargo pueden caminar en 4 patas también.
El concepto del “no tiempo” es clave: el universo siempre ha existido, y todo dentro de él también. El tiempo es solo una percepción relativa a la conciencia que lo experimenta.
Para la mayoría de los científicos terrestres, inmersos en la Matrix, esto es casi imposible de entender. Pero es una de las piezas fundamentales para empezar a entender mejor la realidad.
En resumen: el ser humano es parte del tejido mismo del universo. No es único de la Tierra, y su historia es mucho más amplia de lo que nos han contado.
Gracias por estar aquí y por escucharme.