018 Navegación Estelar, Conceptos Básicos 🛸
Sé que el tema de la navegación estelar ya ha sido tratado por quienes me precedieron, pero hoy quiero presentarlo con mis propias palabras. Solo hablaré de los principios básicos; más adelante haré videos detallados explicando cada parte por separado.
Quiero que sepan que, mientras estoy aquí, a bordo de la nave estelar Toleka, continúo con mi educación todos los días. Recibo clases prácticas y personalizadas de miembros muy reconocidos de esta tripulación: matemáticas, ingeniería y navegación con Zai'Kira; cocina con la chef Athena Swaruu; artes marciales con Alia y Kassia; historia, política y muchos otros temas con la reina Alenym.
Parte de la razón por la que creé este canal es justamente para compartir todo lo que estoy aprendiendo, viviendo y observando a bordo de este crucero estelar taygeteano.
Para los taygeteanos, las naves estelares no son solo vehículos o máquinas de transporte: también son escuelas. Es norma que todos los jóvenes de su civilización tengan acceso a todo el conocimiento de su cultura, respetando sus intereses y necesidades individuales. Su enfoque educativo es práctico y orientado a la experiencia, más que meramente teórico.
Navegación estelar: principios básicos
Como mencioné en el video anterior, los taygeteanos interpretan el universo como un medio líquido, de altísima densidad y vibración. En este “océano” energético, los pulsos de gravedad —como armónicos intencionales— hacen que las vibraciones se condensen en ondas estacionarias. Estas, a su vez, generan partículas, que luego se combinan para formar todo lo sólido.
Cada partícula tiene una identidad vibratoria única.
Mediante potentes computadoras holísticas, podemos mapear estas partículas con gran precisión. No es necesario mapear cada una individualmente: se les puede asignar valores promedio a grandes grupos, ya que están interconectadas matemáticamente con su entorno y entre ellas.
Mapa de Frecuencias
Con estos valores creamos lo que se conoce como un mapa de frecuencias, que es lo que realmente utilizan las naves estelares para navegar. Los mapas tradicionales —como los que usa la Tierra, con coordenadas tridimensionales X, Y, Z o mapas planos— se usan solo para trayectos cortos y a baja velocidad.
La computadora de una nave estelar opera exclusivamente con mapas de frecuencias. Eso le basta para moverse a cualquier punto del universo. Aún así, los mapas tradicionales se mantienen como referencia, ya que los seres conscientes (como nosotros) estamos acostumbrados a pensar en términos de “aquí y allá”, no en términos de relaciones matemáticas entre frecuencias.
Podríamos decir que la tripulación sigue usando esos mapas clásicos para conservar algo de su experiencia humana. Pero cuando se viajan grandes distancias, una nave no “se mueve rápido”. Lo que realmente hace es saltar de un punto a otro.
Este modo de viaje —hipervelocidad o hiperespacio— funciona conociendo el mapa de frecuencia exacto del lugar de partida y del destino. Como cada región del universo tiene su propia frecuencia única, la computadora inserta ese valor en los motores, que a su vez generan un capullo toroidal de alta energía alrededor de la nave. Este capullo hace que toda la nave, y lo que contiene, vibre con la frecuencia exacta del destino.
Principio de no localidad
De ese modo, la nave deja de ser compatible con el punto de origen y pasa a existir en el punto de destino, utilizando el principio de no localidad. Desde un nivel más elevado, el tiempo, el espacio, la distancia y la velocidad no son reales, sino interpretaciones subjetivas de la conciencia en lo físico.
Este tipo de salto es el que hace que a estas naves se las conozca como “naves de salto” o “saltadoras”.
Aspectos técnicos y seguridad
Al llegar a su destino, las naves deben salir del salto suficientemente lejos de cualquier planeta. Deben haber notificado su llegada a los controladores del sistema planetario, de forma similar a los aeropuertos en la Tierra. Naves grandes deben salir incluso más lejos: hasta un tercio de una unidad astronómica (la distancia entre la Tierra y el Sol).
Desde ese punto, hasta alcanzar órbita, deben moverse lentamente, por debajo de la velocidad de la luz, utilizando sus motores convencionales.
Un detalle interesante: al salir del salto, una nave causa una perturbación en el campo energético del espacio, generando un estallido de rayos gamma. Ese estallido es proporcional al tamaño de la nave y puede ser detectado desde la Tierra con tecnología actual.
Esa perturbación deja una estela con la frecuencia del punto de partida. Y cuando una nave salta, también deja otra perturbación en el punto de origen con la frecuencia del destino. Por unos segundos, otra nave con los sensores adecuados puede rastrear a dónde fue.
Para evitar ser rastreadas, las naves a veces realizan una maniobra llamada “speez”, en la que hacen un salto corto a un punto intermedio en el espacio antes de realizar el salto real, borrando así su rastro. Esta táctica se utiliza principalmente en situaciones de combate.
Motores y sistema de propulsión
La computadora de navegación envía la frecuencia del destino al motor, que ajusta sus turbinas contra-rotatorias para generar la frecuencia de salida correspondiente. Estas turbinas están organizadas en capas (como una cebolla), girando en direcciones opuestas, y se sumergen en un líquido superconductor a base de mercurio enriquecido, que también actúa como lubricante.
Cuando el motor expulsa plasma electromagnético, este se dirige hacia un colector magnético al frente de la nave. Desde ahí, se distribuye a través del casco mediante cables superconductores, creando un toroide de alta energía que recubre toda la nave. Este toroide no solo permite el salto hiperespacial, sino que también funciona como escudo protector.
Además de los motores principales, las naves cuentan con generadores o moduladores de gravedad: esferas metálicas azuladas que pueden variar su tamaño según el tipo de nave. Las más pequeñas tienen al menos tres, las grandes pueden tener miles. Estas esferas giran internamente con el mismo líquido superconductor, y pueden cancelar o intensificar la gravedad, según las necesidades de maniobra.
Las naves más pequeñas los usan como medio principal de propulsión; las grandes los utilizan para ajustar su gravedad durante maniobras precisas, como el aterrizaje o el atraque.
⸻
Entraremos en muchos más detalles más adelante.
Por ahora, estos son los principios básicos.