004 Restricciones a no Humanos 🚫
La Federación Galáctica no es una estructura simple: tiene muchos niveles, no solo políticos o jerárquicos, también de densidad de conciencia y entendimiento.
Cuando hablo de “restricciones”, no me refiero solo a las que vienen de aplicar la Primera Directiva, que tiene algo de lógica aunque se pueda discutir. Me refiero a normas que nos aplican directamente a quienes estamos aquí —no humanos, pero parecidos a ustedes— y que no siempre tienen sentido ni relación directa con esa directiva. De hecho, muchas veces parecen contradecirla. Aun así, la Federación las impone. Y no siempre da explicaciones.
¿Por qué me permiten publicar esto? No lo sé. Tal vez porque no les importa o porque lo que hacemos se pierde entre capas de información digital.
Tal vez así nos consideran “neutralizados”. Nadie aquí ha recibido instrucciones claras sobre cómo interactuar con humanos. No existe un manual. No sabemos qué se espera exactamente de nosotros.
Lo que sí sabemos es que, cada vez que queremos hacer algo, nos topamos con barreras. Tecnológicas, normativas, invisibles. Toda comunicación que llega a la Tierra desde el espacio pasa primero por el centro de comunicaciones de la nave biosfera Viera. Todo tiene que ir por internet, porque así lo ha decidido la Federación. Lo mismo pasa desde la Tierra: casi todo depende de internet, lo que deja las comunicaciones centralizadas y muy fáciles de monitorear o censurar.
Intentar usar ondas de radio o microondas para comunicarnos es poco efectivo. Es tecnología obsoleta, débil, difícil de usar. Y aunque quisiéramos hablar con ustedes de forma directa, simplemente no se nos permite. No podemos usar nuestra voz. No podemos usar video. Tengo que conformarme con textos y voces robóticas, lo cual es frustrante y desgastante. Me encantaría hablarles con mi propia voz. Mirarlos a los ojos. Pero no me dejan.
Cuando intentamos usar tecnología para comunicarnos directamente con la Tierra, simplemente no funciona. La Federación argumenta que si habláramos directamente, podríamos influenciar demasiado a los humanos. Que nuestras palabras llevan carga telepática, que les daríamos ventaja mental. Por eso, nos obligan a escribir. Dicen que así el “juego” está más equilibrado. Personalmente, me parece insultante hacia la inteligencia humana.
Además, no tiene sentido. ¿Por qué sí se permite que ciertos representantes de la Federación hablen directamente con políticos humanos? ¿Por qué algunos sí y otros no? ¿Quién decide eso?
Y hay más. Si alguien de esta nave baja a la Tierra, aunque sea solo por unas horas a comprar comida, ya se le imponen todas las restricciones como si fuera un humano más. No puede llevar dispositivos avanzados. Y si los lleva, se le desaconseja activarlos, por miedo a que la tecnología caiga en manos equivocadas. Pero también se nos recomienda llevarlos, por seguridad. ¿En qué quedamos?
Tampoco se permite el uso de video o audio desde la superficie, porque podría mostrar cosas que la Federación no quiere que se vean, como el interior de una nave, por ejemplo. Las fotos también están muy limitadas. Se pueden filtrar algunas, pero en teoría no se puede.
Básicamente, si bajamos a la Tierra, dejamos de ser quienes somos y pasamos a ser tratados como simples humanos. ¿Tiene sentido eso? Para la Federación, parecería que la “condición humana” no tiene que ver con quién eres, sino con dónde estás. Si estás en la superficie, ya no puedes hacer nada, aunque hace media hora estuvieras hablando cara a cara con alguien en la nave.
Tampoco podemos dejar evidencia de nuestra existencia. No se permite el contacto directo con personas que sepan quiénes somos. Pero sí se nos permite interactuar con desconocidos, como cajeros o transeúntes. ¿Qué lógica tiene eso? Es un trato frío, materialista y éticamente cuestionable. Lejos de lo que se esperaría de una organización “avanzada”.
Mientras tanto, otras razas mucho más turbias, algunas ni siquiera miembros de la Federación, tienen vía libre para moverse por la Tierra con sus naves y hacer lo que quieran. Y eso incluye abducciones y manipulaciones. Tanto a humanos como a extraterrestres. Según la Federación, esas razas están “contenidas” dentro del sistema de la Matrix 3D terrestre, y por eso se les permite operar.
Algunos ejemplos de esas razas son ciertos grupos reptilianos, humanos de la Tierra Interna, y varios tipos de grises, incluyendo los Maitre. Según la versión oficial, están aquí para “mantener” la Matrix y ayudar en ajustes genéticos para que las personas cumplan sus planes de vida. Puede ser… pero no me convence.
De los grises hay al menos 165 variantes. Los reptilianos, según la Federación, serían autóctonos de la Tierra, ya que estaban aquí antes que los humanos estelares. Pero esa historia tampoco está del todo clara. ¿Qué define a un humano? ¿El linaje? ¿La genética? Todo eso sigue sin una explicación coherente.
La realidad es que estas otras razas hacen lo que quieren, mientras que nosotros, que solo queremos ayudar, somos tratados como amenazas. Porque sí, también a nosotros nos imponen reglas distintas. Y nadie explica por qué.
Tampoco se habla mucho de los tratados entre gobiernos terrestres y estas razas. La información es escasa, fragmentada y, en muchos casos, contradictoria. Pero eso será tema para otro video.
Lo que sí queda claro es que la Federación necesita que todo siga igual. Mantener la Matrix, mantener el control. Y si eso significa marginar a quienes podríamos cambiar el status quo… lo hacen. Sin darnos explicaciones. Nos mantienen en la oscuridad. Y eso no es ético.
Dicen que tenemos derecho a estar aquí y a compartir nuestras opiniones. Pero en la práctica, nos silencian. La Primera Directiva se aplica de forma selectiva, dependiendo de quién seas, dónde estés, y qué tan incómodo resulte lo que tengas para decir.
Estas son solo algunas de las restricciones que enfrentamos. Hay muchas más, y las seguiré compartiendo.